El eterno Vencedor
La espada capturó tu nombre
embarcó torturas silenciosas
Se escucharon sonidos de puño de fuego
y aullidos de lobos mentirosos
Araron tu espalda haciendo surcos
dibujaron huellas con espinas de envidia
Varillas religiosas y látigos paganos, besaron tu piel
tu rostro perdió rasgo de humanidad
las letras de tu causa con burla danzaron
los clavos perforaron tus ramas y raíces
tu despedida rojo destilaba
Esencia turbulenta fue el antiguo judaísmo
cargaron inocente condena sepulcral
Los libros contaron tu resurgir a la vida
y tu semilla
Se eternizó en el universo.
El olvidado
Caminas llevando el peso de la indolencia
con calzado de piel oscura
y trajes confeccionados con tu marca
Escoges tu alimento al azar
tus colchones son duros
como el dolor de tu mirada
Paseas invisible en la atmósfera
bebidas de olvido te abrazan y consuelan
adormeces tus sentidos con el polvo del viento
tu abrigo es la espesura de la noche
y escribes con tus labios la elección de tu destino.
Horizonte
Ahogué mis delirios
así como al desierto y su espejismo
rompí mis ataduras
tomé de la mano a mi horizonte
Y descubrí sus tesoros.