A Luis Segundo Renaud
Cultivaba sueños
En un jardín de metáforas
Dibujaba imágenes
En versos de melancolía
El rey bla bla bla
Lo desterró a desiertos de sombras
Y a su alma alegre
La invadió la tristeza
Pero poco a poco
Fue convirtiendo
Las malezas del desierto
En hermosas flores arcoíris
Y bailó la danza de la lluvia
Y llovió
Era el hacedor de sueños
Era el señor de la frasquería.
Sueños de corsario
Siguen navegando hacia el abisal
Maderas rotas naufragando
En el sonido aletargado del mar
Pirámides de cristal
Esconden tesoros recónditos
Al lado de un cementerio
Lleno de esperanzas
Que se niegan a morir
Y como barcos fantasmas
Bajo espesa neblina
Dejan ver a veces
Cadavéricos piratas
Blandiendo
Espadas de sueños.
A María Figuera
Las montañas siempre me recordarán tu nombre
Entre ellas escucharé tu risa
Serás el pájaro en rebeldía
Que de niega a tocar la rosa
Te veré correr siempre con tu danza de amor
Como una libélula de un cuento de hadas
Como harán mis ojos para contener el agua
Que emana de la tristeza
Como sacar la soledad de mi corazón
Cuando no pueda mirar tu belleza
Como aquella noche entre poetas
Gladeandonos por tu amor
Y tú en tú trono de reina chaima
Nos regalabas tu risa.
Ahora cada rosa me recordará
Tu mirada y mi mirada entintará
De tristeza cada rosa
"Salve reina de la montaña".
Por
Carlos Miranda
Poeta / Historiador