A GUAICAIPURO
Legendaria y fantástica leyenda,
oronda, en la nación ondea tu flama;
rebozaste de orgullo nuestra senda
y hoy tu nombre la patria lo proclama.
Te enfrentaste con denuedo y valentía,
a las tropas de Fajardo y de Lozada;
y a la bota imperial bestial e impía,
que arremetía con saña despiadada.
Le inculcaste dignidad al pueblo nuestro,
tu honra, la alabanza la rebasa;
en el arte de la guerra, un gran maestro:
¡el orgullo inmarcesible de tu raza!
Recias tribus de Los Teques y Caracas,
insuperable tu arrojo al comandarlas;
tu audacia y tu valor, ¿quién los opaca?,
tu gallardía es muy difícil emularla.
Con tu hijo Baruta a la cabeza,
tu descendencia honró tu rebeldía;
con coraje enfrentando a la realeza
y el ejemplo lo dio tu amada Urquía.
Venezuela te rinde alto homenaje,
merecido por demás por tus hazañas;
incompleta está la gloria a tu linaje,
¡el panteón nacional tu cuerpo extraña!
A LA GRAN CACICA URIMARE
(En el Día de la Resistencia Indígena)
Urimare, princesa de los Mariches,
descendiente del gran indio Aramaipuro;
desde joven tuvo estirpe de cacique,
indígena fiera, de talante puro.
Enfrentó tanto a españoles como a ingleses,
que añoraban adueñarse de este suelo;
junto a Guaicamacuto negoció con creces,
la vía pacífica, que ansiaba con denuedo.
Muy hermosa, piel bronceada y de ojos verdes,
mujer más fuerte y valerosa, un imposible;
asistió a la investidura como jefe,
de Guaicaipuro, el adalid inmarcesible.
Fue nombrada Gran Cacica de los Chaimas,
y comandando a su pueblo siempre estuvo;
frente al invasor, rebelde potra zaina,
al invasor con coraje lo contuvo.
En tu camino, mujer venezolana,
que eternamente Urimare luz irradie;
de las tribus de estas tierras, capitana,
¡honor y gloria ella merece más que nadie!
Jesús Núñez León