Corría el año de 1828, las luchas por la independencia de América habían terminado. Los pueblos se reorganizaban y las ambiciones surgían. Los hermanos de armas son ahora enemigos, Páez en Venezuela, Santander en Nueva Granada, Flores en Ecuador y La Mar en Perú, cada uno tiende a la disolución de la Gran Colombia, solo Bolívar, Urdaneta, Sucre y unos pocos luchan por la unión, pero su afán es estéril y precipita el declinar de su esplendor.
Bogotá, colonial y austera con sus calles estrechas, sus templos majestuosos, sus noches de llovizna y frio, propician la conspiración. Un grupo de jóvenes armados se han propuesto matar al Libertador. Marchan hacia la plaza de San Carlos donde está el palacio que habita el Libertador. Allí marchan el soñador Vargas Tejeda quien termino su vida ahogado en un rio de los llanos al tratar de huir. El abogado Florentino Gonzales, esposo de Bernardina Ibáñez, quien fue expulsado de la Gran Colombia y murió en Argentina, el estudiante Ospina, Azuero, Zubeibar, Acevedo, el Comandante Pedro Carujo quien fue apresado, el Francés Homett, quien termino siendo fusilado, el misterioso Arganil, Guerra, López y otros.
Un segundo grupo dirigido por el Coronel Guerrero trataría de tomar el cuartel y liberar al General Padilla, lo lograron y para hacerlo mataron al Coronel José Bolívar que atendía al prisionero.
Pasan las 11 de la noche cuando Manuelita Sáenz que dormía al lado de Bolívar se despierta por el ladrido de los perros de la guardia y una trifulca en la entrada, despierta a Bolívar y se dan cuenta que atacan al portón. Imposible defenderse, Bolívar por insinuaciones de Manuelita salva su vida escapando por la ventana, mientras la mujer se enfrentaba a los atacantes, se pelea en la entrada, el Coronel William Ferguson, ingles edecán del libertador cae mortalmente herido de un balazo que le descarga Pedro Carujo y Andrés Ibarra es herido, maltratan a Manuelita quien les grita que Bolívar no está en la casa, registran las habitaciones sin poder encontrarlo.
Bolívar en su huida encuentra a un conocido quien lo ayuda a esconderse debajo de un puente y sale a avisarle a las fuerzas leales mandadas por el General Rafael Urdaneta quien al frente de unas tropas rescata a Bolívar y apresa a los sediciosos.
Se descubre toda la trama y los culpables son juzgados. 14 de ellos son fusilados entre los cuales estaba Homett, Subelbar, Guerra y el General Padilla. Santander, que también fue encontrado culpable fue condenado a muerte y Bolívar le perdonó la vida por la prisión y el destierro.
Así termina la conspiración septembrina y comienza el ocaso del héroe que terminaría dos años más tarde en San Pedro Alejandrino con la muerte del Libertador.


