Cuando el tiempo lo diga
Cuando tu recuerdo llega
Eres todo lo que existe
No hay en mi momento triste
Y dedico a ti mi entrega
Recordarte me sosiega
Me mantiene respirando
Seguiré por ti esperando
Para darnos mutuo abrazo
Y fundir te a mi regazo.
Solo el tiempo dirá cuando.
Eres todo lo que existe
No hay en mi momento triste
Y dedico a ti mi entrega
Recordarte me sosiega
Me mantiene respirando
Seguiré por ti esperando
Para darnos mutuo abrazo
Y fundir te a mi regazo.
Solo el tiempo dirá cuando.
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Mientras llega la Musa
Cuando la musa este ausente
como guia de un poema
Comenzar es tu dilema
Mientras ella se presente?.
Comenzar es lo prudente
Pero atento en el camino
Que ella llega a su destino
Quizás por caso fortuito
Pero al terminar lo escrito
Musa y poema es sino
como guia de un poema
Comenzar es tu dilema
Mientras ella se presente?.
Comenzar es lo prudente
Pero atento en el camino
Que ella llega a su destino
Quizás por caso fortuito
Pero al terminar lo escrito
Musa y poema es sino
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Musa
De donde sale mi verso?
Del alma, quizás pudiera
De tu mirada ligera
O de anhelar ese beso.
De sentir este embeleso
por los reos de tu blusa
Ellos me ceden la excusa
para escribir a placeres.
De todo lo que tu eres
Que te convierte en mi musa.
Del alma, quizás pudiera
De tu mirada ligera
O de anhelar ese beso.
De sentir este embeleso
por los reos de tu blusa
Ellos me ceden la excusa
para escribir a placeres.
De todo lo que tu eres
Que te convierte en mi musa.
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Canto de faena
"Huye del charco paloma,
y a mi no me comas lión..."
Versaba mi madre al son
«De las faenas que doma»
Ella; con su tierno idioma,
asumía con cautela
su rol de madre y abuela,
y esa constante de amor:
Su abrazo motivador
para mandarme a la escuela.
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Convicciones vencedoras
Testigo de una pasión que en perspectiva me puso a prueba; aquel trayecto, fue una constante en mis días de infinitas fuerzas.
Recorrerlo sin las mejores provisiones, era una constante a vencer conjurando así, las adversidades de cada día.
La cita fue a diario.
Los anhelos, deseos e ilusiones, alentaron mis esfuerzos.
Otros; pretendiendo lo mismo, animaban
los suyos.
Los vicios; armados de infortunio, envistieron sin darme alcance, enfrentándose al escudo de mis convicciones vencedora
El camino, los encuentros, las batallas y las continuas retiradas, cerraban ciclos que debía retomar otro y otro día!... sumando años de resistencia a mis fuerzas infinitas de entonces.
Airoso, tras aquella senda, dejé una huella.
Por:
Hermes Villarroel
Poeta
