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Poemas - Luis Natera


 Día Internacional del Ambiente.

Las alarmas se encendieron, El ambiente en su proclama, ha dejado un veredicto. 
El eco retumba, su lógica se apresta. Erosionado y degradado.
S.O.S es el Cambio Climático.
Ha mudado al medio ambiente, afectando la capa de ozono, las aguas, suelos, tierras, flora, fauna. Ya la especie ha entrado en extinción.
Detener la Contaminación por la Preservación, La Basura por reciclaje, El calor por un Clima Fresco.
Solo la  pertenencia de que esté es nuestro hábitat.  Legará por herencia a las actuales y futuras generaciones un Medio Ambiente Sano. 
Libre de la mano exfoliante de Recursos naturales. Ya no renovables por la acción humana, No a la tala, no a la quema es un intenso clamor.
Salvemos el Ambiente en su Día.


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Al Doctor de los Pobres

José Gregorio Hernández, hijo pródigo de Isnotú es tan grande tu virtud, como lienzo de Alta mar.
Se pierde de vista tu vocación con juramento al Dios Eterno, de curar en vidas a los pobres.
La enfermedad asolaba sus moradas finitas, con el amor de Galeno te cubres de empeñó. 
Padre del Bioanalisis, Médico de Cabecera, luchador de Epidemia. 
Médico de los pobres entregas tu amor eterno. 
Por una sola causa el Sacerdocio que sana, te ofrendaste sin medida a pesar de la tragedia.
Que culminó atropellando al hombre en aquella esquina de la Pastora.
Fue el vehículo del destino incierto que impulso tu magna Obra.  
Siervo, Beato, Canonizado.
Santo Médico de los menesterosos.


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Padre quiero ser como tú.

A veces me preguntó si la madre es el ser más amado y reconocido, solo por hecho de nacer de su vientre. 
Donde queda el Padre que sustenta, cuida, protege, provee sin descanso. 
En tu compañía está el amor fiel.
Gracias por tus dichas que son las mías, por tu corrección oportuna. 
Te eriges como faro en alta mar, nunca me dejaras a la deriva. Llegaré a tu puerto con alegría. 
Así me verás crecer a tu estatura, permitiendo recibir el testigo en la carrera.
Permitiendo llegar a la meta de ser padre bueno como Tú. 
Honor y Bendiciones a todos los Padres dedicados sin medida a su tarea que nunca acaba.



Por:
Luis Natera
Poeta - Bibliotecólogo