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Poemas - Francisco Romero (17 años)

 

Bolívar

Exiliado,
con el corazón atrincherado,
con estacas de dolor bendito,
con el remordimiento y olvido.


Olvido de una vida ya pasada,
una patria fallida,
y la traición que al alma emana
por recuerdo,
por sufrimiento.


Exiliado,
con sus recuerdos en otros
lares lejanos,
con el atardecer y el ocaso,
tan efímeros...
que todo fue en vano.


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Batalla


Fuerzas y unión fueron
necesarios para la victoria,
fuerza y unión fueron
los valores que algún día
significaron... gloria.


La brutalidad y sincronía 
en el campo de batalla
ayudó a esos corazones 
y almas, a ganar.


Hubo frialdad,
hubo falta de humanidad...
tristemente ese es el precio 
que en la guerra hay que pagar.



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Los niños


Llenos de colores 
tan vivos como su 
felicidad aún latente,
tan vivos como esa
energía que los
controla.

Andan por las calles
con nada en la mente
más que felicidad y 
su entusiasmo,
con una vida tan perfecta 
que parece mentira,
la viven a diario.

Son las luces del futuro
con sus colores,
con esas emociones
a flor de piel.
Esas semillas que con el
riego necesario,
harán el bien.