La Lluvia
Desde mi ventana
contemplo la lluvia caer,
el Petricol de la tierra
despierta en mí,
recuerdos de infancia.
El alimento de las plantas,
agradecidas,
florecen y dan sus frutos,
miro al cielo,
y con sus destellos
por relampagos,
que ilumina el camino,
las gotas de lluvia,
aplauden el recorrido
incansable,
de caudaloso rio formado.
Orgullo Necio
¿ Porque dudas ?
¿ Acaso te he mentido
sobre mis sentimientos?
Al contrario,
ese amor que
profesabas,
que decías tenerme,
y que me lo creí,
Ese sentimiento bonito
de verdad,
te quedó chiquito,
lo fingias muy bien.
Porque al alinearnos,
quedando en uno solo,
se desbordaba la llama de la pasión,
Y con razón,
nacimos el uno para el otro,
pero tú orgullo necio,
con mi amor acabó.
Encuentro Inevitable
Esa mirada dulce
de tus ojos,
De tus labios,
ese cosquilleo,
y de mis manos
las caricias en tu cuerpo,
luego el silencio.
En tu pecho
mi cabeza descansa,
escuchando tus latidos
desenfrenados
como caballo desbocado,
tu aroma concentrado
en feliz espera
del encuentro inevitable.
Como Alma en pena
Divago por estas calles
desde abajo, cuesta arriba,
como la propia alma en pena,
buscando la tuya esquiva,
Me encuentro sin melodía,
y pongo en el corazón,
un sinfín de fantasías,
donde albergo mi ilusión,
Que al fin me digas que si,
es lo que mi ser ansía,
quitarme ya el frenesí,
de está aberrante
agonía.
Expresado con cuantía,
en un beso apasionado,
que con eso habrás logrado,
la unión de tu alma y la mía.
María Maicán
