ANACÓPULA (poesía) y LIBERNEO (narrativa), 2017. Editado por el Colectivo Editorial Tintemoriche, vale mencionar que es un tiraje de 100 ejemplares y que los mismos fueron costeados por los integrantes del colectivo. Es una propuesta de dos libros en uno. Sus autores son Ana Anka y Nómar Oporte, (juntos en el libro, en la vida misma y más allá también) ella nacida en Lima, Perú. Y él, caraqueño de nacimiento. Hicieron de Maturín el espacio ideal para vivir y hacer sus aportes a la identidad de la Cultura Monaguense. Son mis amigos, Nómar desde hace un tiempito está en otra dimensión. En nuestro estado tuvo una presencia como cineclubista, columnista de prensa, facilitador de talleres literarios, promotor cultural, y en sus últimos años asumió responsabilidades como Director del Ministerio de Cultura. Ana, una inquieta activadora de toda acción cultural y espiritual, siempre anda en algo. Actualmente está residenciada en Costa Rica, desde allí mantiene su cordón umbilical intacto con el Colectivo Editorial Tintemoriche.
Juntos impulsaron diversos proyectos, a los que se le fue sumando gente, sobre todo en el ámbito literario, y alegra, que algunos siguen intactos en nuestras voluntades. La ciudad espiritual los tiene tatuados en sus vestigios, tanto, que ya ni los pájaros se inmutan con los pasos rápidos de Nómar.
FLORICIDIO
Concebí un objeto al que denominé flor. Otros agradeciendo mi gesto, florearon un redondel de madera o metal y lo denominaron corona, para gratificar a los difuntos por su huida. Luego hubo más, porque idearon varias formas con mi creación y las llamaron ofrendas, para otorgarlas en protocolos en plazas, iglesias y otros espacios disímiles, sin que alguno de ellos dijera “esto primero fue una flor”. Más allá de todo, incluso sirvió mi idea para ser entregada, en nutrido bulto en forma de ramo, como muestra amorosa a la madre o hermana, novia, esposa o amante –indistintamente de quien la recibiera.
No puedo deshacer lo creado, al intentarlo y deshojar yo la flor alguien fue enumerando sus pétalos caídos, con un simple y monocorde ritornelo que rezaba: me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, me….
Odio los plagios.
Nómar Oporte
Parí abierta al alba
y reclamo a los ángeles ebrios
dónde está Anacópula
Mastico vidrios y trago sables
al cambio de semáforos
expuesta al deseo
arranco de raíz
cualquier intento
Nunca claudico
Ana Anca