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El perro, el mono y el anciano - Asdrubal Navarro


Érase una vez en el pueblo de la paloma vivía un anciano solo con su viejo perro, aquel anciano tenía un pequeño conuco el cual era su sustento, cierto día que se hallaba limpiando oye en medio de la montaña un gran estruendo de un enorme árbol el cual se había caído, ya en la tarde cuando dispuso a venirse a su pequeña casa llama a su fiel perro y se dirige a mirar a aquel árbol caído; se detiene frente a él y observa el gran destrozo que había causado al caerse, pero algo le llama la atención dentro del grupo de ramas y hojas, algo se movía, se dirige hacia aquello y al quitar las ramas y hojas mira un pequeño monito y su madre la cual al caerse junto con el árbol había muerto pisada por las ramas, el anciano mira al pequeño monito y al pensar que iba a morir lo toma y lo mete dentro de su morral, ya una vez en la casa piensa: ¿Qué le daré a este pobre monito?. Su viejo perro mirándolo quizás también se hacia esa misma pregunta y muy inteligentemente empieza a ladrar y camina de un lado a otro ¿Qué pasa? Le pregunta el anciano y el sigue ladrando y mirando al monito; ¿Quieres conocerlo? Y lo pone en el suelo, aquel perro corre hacia donde tiene el perol de la comida y lo arrastra hacia el anciano; ¿Quieres que te de comida? Y le hecha de la comida que había quedado en la “mañana, pero el perro no quiso comer y se volvió a echar y mira a el anciano, ¿No quieres comer? 


El perro ladra varias veces y se vuelve a echar. ¿Ahhh quieres que le de esa comida al monito? Y el perro vuelve a ladrar como si hubiese entendido al anciano, pone al monito cerca del perol de la comida del perro y este se pone a comer incitando al monito a comer, el anciano al mirar la acción del perro lo acaricia y exclama ¡buen perro!, pasan los días y aquel pequeño monito fue creciendo y aquellos tres amigos eran inseparables, cierto día el mono se sintió mal del estómago y no quería ir para cl conuco con sus amigos y el perro echándose cerca de él ladraba y el mono conociendo su lenguaje se montó sobre el perro y así fue y vino sobre él, un día el anciano se enfermó y al no ir al conuco el alimento se escasea a aquel anciano las fuerzas lo estaban abandonando , llega el otro día y el anciano Solo había hecho café porque no había más nada, se miran los dos animales y es el mono quien toma el morral del anciano y se monta sobre el perro y salen rumbo hacia el conuco, ya en él, el mono mira a el perro y este se dirige hacia una mata de yuca y con furia empieza a cavar, ya descubierta la primera yuca, el mono la toma por la punta y con fuerza la hala hacia él palo de la misma, ya habiendo reventado repiten la acción con otras, luego a el morral y a la casa; cuando el anciano los vid llegar fue tanta la alegría que saltó y preparo el fogón , esa tarde comieron yuca con café y al quitársele los malestares subió a cl pueblo por provisiones y aprovecha y puso todos sus bienes por si Él faltaba a nombre de sus dos únicos herederos los cuales le correspondería, la casa, el conuco y el documento de todas sus tierras y el nombre de un tutor para que manejara los cuentos del perro y el mono.