Aplausos pido señores, porque ya la Centuria es mía. Cumplo años el 3 de junio. Comencé gateando, luego camine, corrí, monte a caballo, en bicicleta, carros, ferrocarriles, barcos y aviones y ahora estoy tambaleando apoyado en mi bastón amigo.
Niñez de tiempos lejanos, despertar con el canto de los gallos y trinar de pajaritos, postrera de leche tibia y cursos de alto nivel. Mis clases de Historia Patria dejaron huellas que no se borran.
Creador del primer liceo en Punta de Mata. Correrías en los campos petroleros de la Sinclair, Creole y Corpoven durante 27 años. Desde maestro de aula hasta Director del Colegio Miguel José Sanz. Desde
Agente de Tierra a Jefe del bendición en la mañana.
Caicara de mis andares, inicio de mis amores, Ligia de ahora y siempre, compañera de mi vida, fuimos cortando abrojos y abriendo picas al futuro que sostienen cuatro hijas, cuatro joyas, apoyo de mi vejez.
Padre, esposa, hijas, nietos y bisnietos, río y delta aureola que va alumbrando recuerdos que no se olvidan.
Educador de tiempo entero, décadas de enseñanza y luchas. Fui sembrando mi saber desde las aulas infantiles hasta cursos de alto nivel. Mis clases de Historia Patria dejaron huellas que no se borran.
Creador del primer liceo en Punta de Mata. Correrías en los campos petroleros de la Sinclair, Creole y Corpoven durante 27 años. Desde maestro de aula hasta Director del Colegio Miguel José Sanz. Desde Agente de Tierra a Jefe del Departamento de Negociaciones y Departamento de Negociaciones y Permisos de la Gerencia de Corpoven en Caracas hasta el año de 1985 cuando me jubilaron.
Oasis de 10 años en Fundacomún, en la década de los 70, seguí impartiendo enseñanzas como profesor de Técnicas de Elocución y hasta dicte unos cursos a profesores de la Universidad de Oriente en Cumaná.
Polifacético, viajero de mar y tierra, cazador arrepentido, pescador, deportista, campeón de ajedrez, jugador de gallos y rematé desde hace 8 años escribiendo semanalmente estos Relatos del Abuelo.
¡Ah! se me olvidaban los 3 libros de historia patria: Los Héroes de las Queseras del Medio, Monagas y sus Próceres y Sendas Cruzadas.
Satisfecho de la labor cumplida y viendo mis 22 descendientes digo: ¡Gracias Dios mío por haberme dado esta vida de satisfacciones y de haber sido útil a la Patria más allá de la centuria!


