Camilo es un niño de 8 año de edad, educado, colaborador y cariñoso que vive en un país de América Latina. Su papá, cuyo nombre es Carlos- se fue a trabajar a otro país cuando él tenía, apenas 2 años de edad, sin embargo, lo llama todos los Domingos y se ven a través de video llamada.
Camilo estudia primer grado y, tiene muchos amiguitos en la escuela. Sin embargo, dos de ellos: Antonio y David, con frecuencia lo están molestando y burlándose de él, diciéndole:
-Tú no tiene papá, tu papá nunca viene a buscarte a la escuela ¡A todos nosotros nuestro papá vienen a buscarnos!
Esa burla entristecía a Camilo, quien contestaba:
-Yo si tengo papá. El nombre de mi papá es Carlos. Él me llama todos los Domingos, y hablamos por video llamadas. ¡A veces, él me ayuda a hacer las tareas y siempre me dice lo mucho que me quiere!
Antonio y David le gritaban: "eres un mentiroso", "tú no tienes papá"- a pesar de que Camilo les había mostrado una fotografía de su papá-, sin embargo, los niños continuaban burlándose de él, porque no habían visto al papá de Camilo en persona.
Esto sucedía casi siempre a la hora de salir del colegió, mientras esperaban que los familiares los buscaran. Cada vez que esto sucedía, Saúl, el mejor amigo de Camilo le ponía la mano en el hombro para calmarlo, diciéndole: -¡No les hagas caso amigo! ¡Yo sé que si tienes papá!
Ese viernes, cuando la abuela de Camilo lo fue a buscar a la escuela, él le contó lo ocurrido, destacando que eso sucedía casi todos los días. La abuela le dijo a su nieto:
-¡no te preocupes mi niño, eso lo vamos a solucionar pronto! -Sin darle más detalles al respecto.
Esa noche cuando el papá habló con su abuela, esta le contó lo sucedido y le explicó la importancia de su presencia en la vida de su hijo, le comentó que hablaría con la maestra, sin que Camilo lo supiera para pedirle permiso y realizar una video llamada en la que él, como padre del niño, pudiera presentarse ante los compañeros, para que ellos lo conozcan y dejen de molestar al niño. El papá estuvo de acuerdo, lo único que le preocupaba era la hora de realizar la video llamada, pero se comprometió a arreglársela para solucionar el inconveniente por el que estaba atravesando su hijo.
El papá de Camilo trabaja en una panadería famosa y se atrevió a hablar con su jefe, ya que sabía que, al igual que él, había sido inmígrate años atrás, y que la unión familiar es un valor muy importante para ambos, independientemente que estén distantes físicamente.
La conversación entre el papá de Camilo y su jefe, se realizó el Domingo en la mañana, cuando apenas su jefe abrió el local. Sin pensarlo dos veces el jefe aprobó el permiso, siempre y cuando ese tiempo lo cubriera en otro momento. Carlos saltó de alegría, abrazando a su jefe y dándole las gracias.
Esa tarde, cuando Carlos realizó la llamada correspondiente, le dio la noticia a su mamá, quien a su vez le informó que, ella había hablado con la maestra el viernes en la tarde y ésta estuvo de acuerdo en realizar la video llamada el día lunes, porque había escuchado a los niños burlarse de Camilo, así los niños disiparían sus dudas y se terminarían las burlas en su contra.
Llegado el lunes, en horas de la mañana, la abuela le pidió a la mamá de Camilo, sustituirla y llevar ella, al niño para la escuela, lo que sorprendió a Camilo, porque la abuela solo lo buscaba al salir de clases, y más sorprendido se quedó cuando la abuela no se fue enseguida, sino que entró al aula de clase.
Una vez en el aula, la maestra explicó a los niños que ese día daría la clase el papá de Camilo. Todos los niños se miraron entre sí, mientras que Antonio y David dijeron: “¡el papá de Camilo, si él no tiene papá! "-La maestra respondió: “¡Claro que tiene, se llama Carlo y hoy estará aquí con nosotros!". “¡Ya lo vamos a ver!".
Todos los niños dirigieron la mirada a la puerta para verlo entrar, pero nadie entró. Entre tanto, la abuela de Camilo usaba su teléfono celular. Los niños no dejaban de ver hacia la puerta, y en ese instante repicó el teléfono de la abuela, quien subió el volumen de la llamada e hizo el cambio para la video llamada.
Se escuchó la vos de un hombre, quien saludó cariñosamente a la abuela llamándola mamá, hablando con un tono de vos dócil: “¡Yo soy Carlos, el papá de Camilo, es cierto que ustedes no me conocen, ni me han visto porque me encuentro trabajando lejos, pero ¡Si existo, Soy real!, ¡Camilo si tiene papá! Y ¡su papá soy yo! Lo quiero mucho, lo extraño, estoy pendiente de escuchar sus anécdotas de la semana, sé que le gusta el béisbol y que tiene muchos amigos. Nos vemos a través de video llamadas y hablamos todos los Domingos. Hoy quiero conocerlos a cada uno de ustedes para que no quede duda de mi existencia".
Mientras su papá hablaba; Camilo se sentía orgulloso y cada vez más fuerte y cuando su abuela le entregó el teléfono para que le mostrara a su papá a cada niño, la alegría no le cabía en el pecho.
Camilo agarró el teléfono y caminó hacia el pupitre de cada niño, llamándolo por su nombre y diciéndole, Manuel te presento a mi papá, -cuando el papá saludaba a su compañero, era como una píldora de energía que Camilo tomaba, así recorrió toda el aula de clase.
Al llegar al pupitre de Antonio y David, los niños dijeron, en voz baja:
-Perdone señor por molestar a Camilo, creíamos que no tenía papá, pero ya no lo molestaremos más, se lo prometemos.
-¡Claro! ya no tienen motivos para desconfiar de él -contestó el señor Carlos-. Traten de llevarse bien con él y ser buenos amigos, pues los mejores amigos que tenemos los adultos, son nuestros compañeros de clase.
Recorrido todo el salón, el papá de Camilo se despidió de todos los niños, con un fuerte aplauso por la amistad que le ofrecen a su hijo y agradeció a la maestra por haberle permitido estar presente, desde la distancia y haber aclarado el mal entendido de su existencia.
Camilo se despidió de su papá diciendo:
-Gracias papá, por estar pendiente de mí siempre y por quererme tanto. ¡Me siento orgulloso de ti papá! ¡Te Amo!
-Yo también te amo hijo. Cuídate mucho. Pronto nos reencontraremos -respondió el papá-.
Ese día Camilo recibió de su papá, una dosis de amor, seguridad, confianza, educación, respeto y tolerancia, mayor que de costumbre, que lo hizo sentirse como un gigante entre sus compañeros y aumentar el amor que siente por su papá.
Antonio y David, por su parte, se disculparon ante Camilo frete a todos sus compañeros y prometieron no burlarse de él ni de ningún niño, siendo cada día más respetuosos.
Desde ese día, reinó la armonía en el aula de clases de Camilo, siendo un ejemplo para el resto de los grados en su escuela.
Fin