En esta oportunidad nos complacemos en presentarle a un personaje que hace méritos por su trayectoria educativa y pedagógica desde 1976, cuando realizó su postgrado de química en el Ilustre Pedagógico de Maturín.
Se trata del profesor Emile Salazar, quien después de ejercer con suma dedicación la docencia, se retira y descubre que posee muchos talentos para las artes plásticas y decide cultivarlos.
Pudimos observar con detenimiento, varias de sus obras a las que sin temor a equivocarnos podemos calificar de extraordinarias, tomando en cuenta que fueron hechas por un artista que no recibió entrenamiento y que sin embargo logra obtener una extraordinaria combinación de colores.
El profesor Salazar resulta ser un hombre muy sencillo que prefiere no jactarse de su talento y mantiene sus obras para su disfrute.
Dice no tener una preferencia por las imágenes y temas que logra realizar en sus obras, pero pudimos constatar que presenta una acuciosa predilección por las obras que representan a las mujeres de color o pudiéramos decir que tiene algo de influencia del arte y la cultura africana.
El profesor Salazar nos dice:
«Mi afición a las artes plásticas nació como un hobby. No tenía como propósito hacer exposiciones u otros objetivos.»
«La mayoría de los cuadros que he pintado fueron donados y se encuentran distribuidos por otros estados, en la región capital y 3 que pinté en Madrid cuando estuve de visita hace poco más de un año.»
