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La hija del rey - María Auxiliadora García

 


Érase una vez una princesa que respondía al nombre de YASMARY. Vivía en un castillo, en compañía de su padre; el rey; quien a su vez, tenía a la princesa como su predilecta. Al cumplir 15 años, el rey dejó en posesión de la princesa un collar encantado al cual podía pedir deseos, que funcionaba solo si estaba colgado en su cuello 

—Qué bueno es ser la hija predilecta del rey —pensaba la princesa.

—Recuerda YASMARY; con este collar podrá ayudar y obtener todo lo que deseas —aclaraba el rey a la princesa. 

—Si papá —respondió YASMARY.

—Y no confíes a ciegas en todo tu alrededor.

Un día en que la princesa paseaba en la afueras del castillo, tuvo el presentimiento de ser espiada.

Tras seguir caminando, se internó en un bosque cercano, en el que podía disfruta del aire libre y la vegetación colorida de aquel espacio.

De pronto, la princesa escucha el llanto de un niño que se oía a lo lejos.

—Parece un bebé —se dijo.


La princesa apurando el paso, se dirige en dirección de dónde provenía aquel llanto infantil.

Al acercarse observa un bebé, sucio y solitario al pie de un gigantesco y frondoso árbol.
—Pobrecito —exclamó la princesa, mientras se acercaba para tomarlo. 

Mientras, encima del frondoso árbol, escondidos, acechaban cuatro duendes, con planes de raptar a YASMARY para que esta fuera su sirvienta de por vida. 

Cuando la princesa estuvo cerca del bebé, este se esfumó y desde arriba los 4 duendes dejaron caer una red inmensa, atrapando a la princesa, despojando la de todas sus prendas, y conducida a la guardia de estos.

Atrapada en aquel lugar desconocido, la princesa era vigilada por el duende más viejo de todos. Al que el resto de los duendes, le imponían casi todas las tareas mientras ellos descansaban o disfrutaban.

Observando está situación