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Valor Personal: ¿Cuánto te valoras? - Norys Zerpa


Todos tenemos temas favoritos de los que nos encanta hablar y nos gusta aprender. En mi caso, me cautiva el tema sobre la valía personal, considero que es porque en un momento de mi vida, me sentía perdida y no me daba cuenta de mi valor. Por ello, poner en juego el valor personal es algo que no debería pasar por nuestro cerebro, ni siquiera como una ráfaga de luz.  En ocasiones tendemos a creer que valemos menos de lo real, y eso no es así. El valor es algo interno, intrínseco que viene contigo por el solo hecho de haber nacido. Ser valiosa, es tomar consciencia que todo empieza por casa, porque si tú no te valoras, nadie lo hará por ti. Por tanto, cuando una persona reconoce su propio valor, tiende a establecer límites más saludables y a buscar relaciones que nutran su autoestima.

Es esencial que estés consciente de todo eso que has logrado a lo largo de tu vida, reconociendo tanto tus grandes hitos como las pequeñas victorias, porque cada paso cuenta y contribuye a la construcción de tu identidad y autoestima. 

Ahora bien, la valía de una persona no se mide por su riqueza material o su status social, sino por sus cualidades humanas, su capacidad de amar, su empatía y su generosidad. Cada persona tiene un valor único e invaluable que no puede ser cuantificado en términos monetarios. Todos tenemos algo especial que aportar al mundo y es fundamental reconocer y valorar nuestra propia preciosidad. 

En consecuencia, el amor propio y la autoestima son primordiales para reconocer nuestro valor personal. Aprender a valorarnos a nosotras mismas y a aceptarnos tal como somos nos ayuda a construir una sólida autoestima que se refleja en todas nuestras acciones y relaciones. Debemos recordar que, somos únicas y especiales, enriquecidas por nuestras experiencias y virtudes, y que merecemos respeto y reconocimiento.

Sin embargo, la sociedad actual suele valorar a las personas en función de su éxito profesional, su apariencia física o su estatus social, lo cual puede afectar la percepción que tenemos de nosotras mismas. No obstante, nuestra valía no se limita a estos aspectos superficiales, sino que proviene de nuestra autenticidad, nuestra capacidad de superación y nuestra forma de relacionarnos con los demás.

Así pues, nadie tiene el derecho de menospreciarte o de hacerte sentir inferior, debido a que cada persona merece ser tratada con respeto y dignidad. Tu valía no depende de la opinión de los demás, sino de tu propia percepción y de cómo te valoras. Debes aprender a ser tu mejor aliada y a creer en tus capacidades y en tu potencial.

Por esa razón, es básico reconocer que nuestro valor no tiene precio y nos ayuda a desarrollar una actitud positiva hacia la vida y a enfrentar los desafíos con mayor confianza y determinación. Cuando nos valoramos a nosotras mismas, somos más capaces de valorar a las demás personas y de construir relaciones basadas en el respeto mutuo y la aceptación. Cultivar una autoestima saludable es fundamental para nuestro bienestar emocional y para alcanzar nuestra plenitud como humanos.

El tiempo me ha enseñado a valorar, a respetar y celebrar el potencial que tiene cada persona para hacerle frente a las circunstancias de la vida, valoro el autoconcepto que tienen de sí mismas, sin importar las palabras negativas de los demás, me complace verlas festejar sus logros y demostrarse a sí mismas las habilidades y capacidades que las hacen especiales.

Es tiempo de recordar la fuerza y el valor que llevamos dentro. El amor propio no es un lujo, es una necesidad. Cada una de nosotras es única, con talentos, sueños y virtudes que merecen ser celebrados. Cultivar el amor propio significa reconocer tu valía, cuidar de ti misma y ser amable con tu interior. No permitas que las dudas o las voces externas te digan quién eres o lo que debes ser. Haz de tu bienestar emocional y físico una prioridad. Rodéate de personas que te inspiren y eleven tu espíritu. Practica la gratitud por todo lo que eres y por todo lo que has logrado.

Amarse a sí misma no es egoísmo, sino la base para poder dar amor a otros. Permítete brillar, crecer y ser la mejor versión de ti misma. Mereces cada momento de felicidad y cada paso hacia tus sueños.

Cultiva el amor propio, ámate incondicionalmente y nunca subestimes el poder transformador de tu propia valía.


Norys Zerpa