La pareja de la tercera edad decidió venir a este Supermercado, por considerar que era el que estaba más cerca de la residencia de la hija. Ellos tienen una semana acá en Madrid, y vinieron de un remoto lugar del tercer mundo, llamado Caripito en la parte Oriental de Venezuela. Siguen insistiendo estos españolinos que ellos descubrieron a Venezuela...¡Que descubrir ni que ocho cuartos! ¡Claro! Eso fue lo que regaron por todo el mundo para justificar la invasión... Porque, para aquel entonces acá había mucha gente originaria poblando estas tierras. Así que, ¡aquí nadie descubrió un carajo! ¡Aquí ya todo estaba descubierto! Hasta ahora no se sabe quién diantre le puso ese mote de indios, para degradarlos, llevándolos al último nivel de la escala social. Por supuesto que jodieron a nuestros aborígenes; ¡Caramba! ¡Arcabuces contra flechas! Los españoles sabían que, primero llegaba el plomo a la carne indígena que la flecha al cuerpo del invasor.
—¡Bueno, mijito! Tú atravesaste medio mundo para venir a recordarles a estos españoles de ahora, que sus ancestros nos irrespetaron, masacrando, humillando y vejando a nuestros ancestros, maltratándolos y hasta abusándolos sexualmente, saciando sus bajos instintos invasores, o sea, que se cansaron de encaramar a nuestras mujeres originarias —lo increpó, Rebina, su mujer.
—Juvenal, viendo a su mujer — le respondió— a ti no te duele esa vaina, pero: Estos carajos, ¡más tarde que más nunca, pagaran ese desagravio!, y alzando la voz remató: ¡La justicia tarda; pero siempre se le olvidan las vainas!
—Rebina, soltando una carcajada (jejeje) —le expresó—: Cada día que pasa te vas acercando más a Cantinflas... con esas barbaridades que dices...Voy a optar por no salir más contigo; para que no me abochornes las veces que abres el pico. Mira, Juve... Vamos a lo que vinimos, ¡a comprar!
— Juvenal, agarró una bandeja de pescado refrigerado que le llamó la atención, y comenzó a leer... peeero, ¡¿Qué loquera es esto?! ¿Y qué delicatesen del trópico? Pero, Rebina, ¿tú habías visto una desfachatez más grande que esta? ¡Esta vaina es Guaraguara! En toda América Latina, es “guaraguara”, aunque se le conozca con diferentes nombres... Algún día se llegará a respetar a nuestra Guaraguara, hasta en lugares tan apartados de este mundo como: Singalent o Singapura o Malasia, y, ¡¿por qué, no?!, en Japón y Tahití. — Toma ¡Lée semejante barbaridad! —el esposo le entregó el envase para que leyera.
Mientras la mujer leía, el hombre seguía descargando. Y bien caro que lo están vendiendo...Bueno. En eso si coincidimos, que no es allá, nada más que joden a la gente, por acá también los revientan. Pero, esto nos debe llenar de orgullo, el que se tenga a la “guaraguara” en Europa como una comida exótica dentro de su gastronomía (Delicatessen: alimentos exquisitos o refinados) en el mismo rango que: El caviar ruso, el foie gras, el bacalao noruego. i Si supieran esto mis paisanos, Caripiteños! ¡Y eso que estos carajos no han probado la guaraguara en sancocho! Porque, lo más seguro es que cuando se enteren y comprueben que es un excepcional potenciador sexual, querrán mantener llenos los freezer; ya que, ¡se venderá como pan caliente! ¡Ni que lo sepan; porque nos dejarían sin nuestro afrodisíaco estrella! ¡Sería el acabose!
Como dicen: “ el remedio sería peor que la enfermedad”
—Ya sé lo que haré —esto lo pensó en un tris—: Voy a fraguar un plan para ponerme en unos “euros” con estos carajos.
Ya en el apartamento le cuenta a la hija y a su esposo el plan que tiene en mente, y que ayudaría a engordar el presupuesto familiar. El yerno se para y le dio tremendo abrazo, a la vez que le manifestó: ¡Estamos totalmente de acuerdo contigo y te apoyaremos en todo lo que haga falta para llevar a feliz término ese espectacular proyecto, ¡suegro!
El proyecto consistía en importar desde su Caripito del alma, toneladas de “yuca” y guaraguara, para proveer a los clientes en toda la metrópolis madrileña. Primero, había que realizar una agotadora campaña de marketing; pero el proyecto, bien valdría la pena.
Juvenal, dándole un abrazo a su yerno — le dijo— tú serás el representante de ventas. Mañana pediremos una entrevista con el gerente de este Supermercado, y así sucesivamente lo haremos con las otras casas comerciales diseminadas en todo el área metropolitana.
Después que, Juvenal y su yerno se reunieron con muchísimas casas comerciales interesadas en el proyecto, el último paso era reunirse con la Asociación de Importadores de Delicateses del Pescado cuya cita fue pautada para un viernes.
Llegado el día, a las diez en punto, ya estaban sentados en la sala de espera de la hermosa sede de la Asociación. A las once comenzó la reunión con la directiva en pleno ...Luego que el presidente de la Asociación ultimó los detalles —manifestó— ahora si vamos a tratar el punto central de la reunión.
Las dos personas que están interesadas en importar, una especie de pescado exótico y un importantísimo tubérculo, ya están acá con nosotros... Les digo que, tenemos la respuesta de la empresa, y que, yo como presidente les informo:
Primero. Nuestra empresa financiará el cincuenta por ciento de las toneladas de “Guaraguaras” que desean importar; porque con el otro 50 % , importaremos una especie de pescado conocido como: ”Pez Pene”( ¡Urechis Caupo! Este peculiar gusano marino se le puede encontrar en marismas y playas de arena finas...Cuando la persona lo ve a simple vista, entiende, el porqué le dicen así) Esto lo decidió el socio mayoritario de la empresa el famosísimo Cantante: ¡Ricky Martin! Y con el que estamos de acuerdo y respaldamos, ya que, contamos con una inmensa y selecta clientela que nos compran esta especie; porque alegan que les encanta el “pez pene”.
Segundo. Les aprobaremos y financiaremos el 100% de la importación de las toneladas de “yuca”. Nosotros cortamos la relación comercial que teníamos con tres empresas; porque ellos, sólo importaban la yuca procesada como harina...Estos al enterarse que Uds. traerían —refiriéndose a Juvenal y su yerno— “la yuca entera”... enseguida comenzaron a hostigarnos para que les diéramos el contrato a ustedes, en exclusividad. Cuando nuestra empresa consultaba a nuestros clientes potenciales— nos decían:
“¡Así es como nos gusta y encanta la “yuca” ... “¡el palo y no el polvo!” También nos dijeron que tuvieron que contratar más secretarias recepcionistas para atender el gran volumen de llamadas diarias de los clientes alabando y agradeciendo la calidad de los productos... La mayoría de los clientes expresaba lo siguiente:
—“Que la “yuca” estaba muy sabrosa y el “pene” exquisito... ¡aclaramos! por supuesto, ellos se referían al “pez pene”.
¡Ah! También les advertimos a las personas que nos enviaban información por correo (Email ) o escribían por otro medio que:
“Deben revisar bien, antes de enviar un texto, que se asegurarán de teclear correctamente la “ñ”; porque nos llegaban mensajes que decían:
“Este “ano” es tuyo... ¡Sácale el mayor provecho!”
Como siempre nos hemos caracterizado por brindarle un trato especial de altísima calidad, responsabilidad, seriedad y respeto a nuestros clientes...No podemos arriesgarnos, en lo más mínimo, a cometer errores en la comunicación.
Una vez que el presidente de la empresa terminó su intervención, le concedió el derecho de palabra a Juvenal.
Le agradecemos al presidente y a todo el cuerpo directivo de tan prestigiosa empresa— así comenzó, Juvenal—, el que hayan depositado toda su confianza en nosotros... Les juro que no los defraudaremos, y, es más, le traeremos un producto de primerísima calidad:
¡¡Jamás, le traeremos yuca vieja; si no... pura “yuca tierna”!!
Apenas terminó de pronunciar esta frase...el cuerpo directivo en pleno se levantó como impulsados por un resorte, a la vez que exultados se abrazaban, y olvidándose de las medidas de bioseguridad se abalanzaron sobre, Juvenal, y su yerno... los cargaron en hombros mientras gritaban en una sola voz: ¡Hurra! ¡Hurra! ¡Hurra!
Y, Juvenal, saboreando el éxito y muerto de risa en sus cavilaciones, decía:
“A pesar que las compañías petroleras te sedujeron — por supuesto, se refería a Caripito— en los albores del siglo “xx”; desflorando tu virginal ambiente, extrajeron todo lo que tenías en tus entrañas; destrozaron tu ecosistema; te coaccionaron y explotaron, a tal punto que le encasquetaron el rango jerárquico a nuestras mujeres de “Cachifas” Destrozaron todo el ambiente de nuestros aborígenes; se burlaron de tu buena fe; se saciaron con tu maíz tierno embuchándose de cachapas; se tomaron el jugo de tu dulcísima caña; se hartaron de tus sonrosados y embriagantes mangos ,y se bebieron, hasta más no poder, el carato e’mango...y fueron tan pasaos, pero, ¡tan pasaos! que dejaron el tusero, las conchas y los bagazos para que; ¡nosotros lo recogiéramos! Con decirles que, sólo se salvaron las guaraguaras; porque, eran negras— estos carajos llevan el racismo en sus genes—, y les parecían unos bichos aborrecibles y abominables; si no las hubiesen exterminados, ¡por eso se salvaron! Cuando se posesionaron de nuestras tierras, eran unos hombres, macilentos, desgarbados, enjutos y anémicos, y regresaron gordísimos, con unos barrigones, con la hemoglobina en 16 y las alforjas full de real. Engordaron su economía a costillas de nuestro petróleo, y además lo utilizaron como combustible en la segunda guerra mundial. ¡Nos agarraron como tontos útiles!
Con decirles que, las grandes colonias de bachacos caripiteños se mostraban preocupados, así se lo hicieron saber a una comisión de periodistas internacionales que visitaron los asentamientos petroleros de la región. Los periodistas en una entrevista a los representantes de las colonias de bachacos, expresaron: “Estos saqueadores petroleros destruyeron y deforestaron tanto nuestra vegetación que llegamos a temer por nuestras vidas ... Estos musiúes fueron tan voraces que nosotros éramos unos niños de pechos, en comparación con ellos... ¡y nos etiquetaron— estos mismos carajos- como plagas de los cultivos... y ellos, ¿qué son? ¡Las plagas de la humanidad!